Una de las novedades más esperadas de la Fase 1 del proceso de desescalada era la reapertura de los bares. La renuncia de muchos de ellos a trabajar por miedo a no cubrir gastos y la reducción del aforo a la mitad ha provocado en estos días un lleno en las terrazas en los momentos en que la lluvia daba tregua. Y, aunque la mayoría de los establecimientos han sido respetuosos con la normativa de seguridad, no han tardado en llegar las primeras denuncias por el mal uso de esta nueva y limitada libertad.
En Sevilla, la Policía Local denunciaba el lunes a un bar de la calle Luis Montoto en el que los clientes se apiñaban sin distancia de seguridad en torno a un número de mesas mayor al permitido. Además, no se procedía a desinfectarlas entre cliente y cliente. Ayer martes eran desalojados los clientes de otro bar del barrio de la Macarena que había instalado veladores sin autorización. También se procedió al cierre de un establecimiento en Triana, que carecía de licencia de apertura, de seguro de responsabilidad civil y de carné de manipulador de alimentos para su personal. La Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia ha reprochado estos comportamientos que dañan la imagen del sector y asegura que colaborará con el ayuntamiento hispalense denunciando a todo aquel empresario que no cumpla con las normativas.
También en Córdoba se ha procedido al cierre de dos establecimientos, situados en la zona de El Tablero, que habían instalado terrazas sin contar con permiso para hacerlo. Las fuerzas de seguridad procedieron a precintar las sillas y mesas de ambos locales. Asimismo, ha sido sancionado un tercer establecimiento en la calle María la Judía que rebasaba la cantidad de mesas autorizadas
El incidente más grave hasta el momento tuvo lugar la tarde del lunes en Jerez de la Frontera. La Policía Local se personó en un establecimiento de la céntrica plaza Plateros en el que se agolpaban numerosos clientes a la espera de una mesa libre. Al recordarles la obligación de guardar distancias de seguridad, uno de los presentes agredió presuntamente a un agente, que procedió a reducirlo y detenerlo por atentado contra la autoridad. El propietario del local ha lamentado lo sucedido y ha reiterado que hicieron lo posible por advertir al público que esperaba su turno de la necesidad de cumplir con los protocolos, aunque reconoce que se sintieron desbordados por la cantidad de clientes.
Video y foto: @EmergenciasSev
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