Sectores como el de la estética o el de las actividades culturales reclaman a las administraciones medidas para sobrevivir en un 2021 que auguran aún más duro que 2020.
Si las perspectivas económicas para el año que empezaba eran de por sí agoreras, la vuelta a los cierres de actividad en numerosos municipios andaluces está poniendo la cuesta de enero más vertical que nunca para muchas empresas. Numerosos sectores se acercan pidiendo ayuda a unas administraciones que tienen difícil mantener un tejido empresarial frágil y excesivamente dependiente en Andalucía de una movilidad ahora coartada por el virus.
Las empresas vinculadas con el turismo están entre las más perjudicadas en esta crisis. Solo en la provincia de Jaén hay más de 200 empresa que se dedican a actividades culturales y lúdicas cuya principal fuente de ingresos procede de más allá de sus fronteras. Turjaén, el colectivo que las agrupa, lamenta que muchas de ellas se han quedado fuera de las líneas de ayudas de la Junta de Andalucía y han tenido que cerrar. Afirman que "la sensación del sector es que se quiere dejar morir este entramado de empresas turísticas que tantos años costó crear" y alertan de la devaluación que sufrirá Jaén como destino turístico sin esta red de pymes especializadas en activos de la provincia como el oleoturismo, el turismo activo o los centros de interpretación de sus numerosos castillos.
Otro colectivo que demanda ayuda es el de las peluquerías y centros de estética. Doce ciudades andaluces albergan hoy concentraciones para solicitar una rebaja del IVA de sus productos al tipo reducido del 10%, al entender las plataformas Creer en nosotros y la Plataforma de Peluqueros Unidos que les somete a "una sangría fiscal". El sector de la imagen personal perdió durante 2020 casi la mitad de los puestos de trabajo que generaba en España. Los salones de peluquería y estética que echaron el cierre durante la pandemia superan los 10.000, más de un 21% de los existentes hace un año.
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