La Santa Sede ha anunciado este mediodía el relevo al frente de la Diócesis de Huelva. José Vilaplana Blasco, obispo de la sede onubense desde 2006, cederá el báculo a Santiago Gómez Sierra, hasta ahora obispo auxiliar de Sevilla.
Gómez Sierra nació en Madridejos (Toledo) el 24 de noviembre de 1957, aunque su labor pastoral la inició en Córdoba, donde fue ordenado sacerdote en 1982. Licenciado en Filosofía y en Teología, en la ciudad de la Mezquita fue vicario general y deán del Cabildo Catedral hasta que 2010 es reclamado como auxiliar en Sevilla por quien había sido su obispo en Córdoba, Juan José Asenjo. El nuevo nombramiento de Gómez Sierra coincide con el final del episcopado sevillano de su mentor, que presentará su renuncia el próximo 15 de octubre.
El nuevo obispo de Huelva no ha sido noticia exclusivamente por sus ocupaciones sacerdotales. Fue presidente de Cajasur como representante de la Iglesia y fue durante su mandato cuando se frustró la fusión con Unicaja y se evidenciaron las dificultades económicas que acabaron con la intervención de la caja cordobesa. Gómez Sierra fue sancionado por el Banco de España con 180.000 euros de multa y la inhabilitación para dirigir empresas del sector económico durante dos años.
En sus primeras palabras como obispo electo de Huelva, Santiago Gómez Sierra ha manifestado su "ilusión y alegría por empezar a caminar con el pueblo de Dios que se le ha asignado" y ha señalado que su programa episcopal no es ninguna novedad, ya que será el marcado por Cristo. Gómez Sierra ha agradecido también a monseñor Vilaplana su colaboración para una transición sencilla. El prelado saliente ha pastoreado la iglesia de Huelva durante catorce años y ha manifestado su intención de retirarse durante un tiempo a Tierra Santa una vez ocurra el relevo, previsiblemente tras el verano. El nuevo obispo será el sexto en la historia de la diócesis onubense, desgajada de Sevilla en 1954.
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