La localidad sevillana de Cantillana no contará este verano con las tradicionales procesiones de la Asunción Gloriosa y la Divina Pastora. La Junta Local de Seguridad aprobaba ayer la suspensión de los cultos externos de ambas hermandades, que llenan de color el verano cantillanero con las exuberantes decoraciones con las que los devotos de ambas imágenes marianas adornan sus balcones y las calles del recorrido.
La suspensión recoge el espíritu emanado de las directivas de la Consejería de Salud para evitar eventos masivos este verano. Recordamos que, aunque la Junta de Andalucía transfirió la competencia para autorizarlos a los ayuntamientos, las declaraciones del consejero Jesús Aguirre la pasada semana aclaraban la voluntad del ejecutivo autonómico de actuar si los consistorios desoían la recomendación de prohibirlos. Tanto el 8 de septiembre en la procesión de la Pastora como el 15 de agosto ante el paso de la Asunción se producen importantes aglomeraciones que harían difícil mantener las distancias de seguridad en las estrechas calles cantillaneras.
En la archidiócesis de Sevilla no se ha autorizado ninguna procesión desde que, con el inicio del estado de alarma, un decreto del arzobispo suspendiera todo culto externo de las hermandades. Esta semana se ha conocido también que no saldrá la Virgen de los Reyes, Patrona de la capital, en la mañana del 15 de agosto. Más drástica ha sido la determinación en Almería, cuyo obispo ha decidido suspender todas las procesiones para lo que queda de 2020. Esta situación contrasta con las procesiones del Corpus que, adaptadas a las condiciones sanitarias, se han celebrado en Zahara de la Sierra (Cádiz) o Arriate (Málaga) o con el anuncio de que en Córdoba se trabaja para que la Virgen de la Fuensanta puede procesionar sin costaleros el próximo 8 de septiembre.
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