Un estudio conjunto de la Universidad de Cádiz y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas desvela que las cremas que utilizamos para protegernos del sol perjudican a los camarones. Los científicos han analizados los efectos de tres tipos diferentes de filtros solares y, aunque la reacción que provocan en estos pequeños crustáceos varía de unos a otros, han llegado a la conclusión de que todos ellos les resultan nocivos.
El caso más extremo es la muerte de los animales, que se da en mayor proporción cuando se utilizan protectores en formato spray, cuya capacidad de disolverse en el agua es mayor. Una concentración menor de protectores, sin embargo, puede inducir al camarón a un estado letárgico, inmóvil, que le impide escapar de las amenazas. Huir es, precisamente, lo que hacen, cuando la concentración no es demasiado alta y detectan la amenaza.
Cualquiera de las reacciones descritas en el estudio supone un peligro para los ecosistemas marinos, ya que estos pequeños animales son parte de la cadena alimentaria y su muerte o huida complica la viabilidad de otras especies.
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