La Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores considera que es momento de tomar medidas para que no se repitan los mismos errores
La Federación de Organización Andaluzas de Mayores (FOAM) ha expresado su preocupación por la cifra de fallecidos en las residencias de nuestra tierra durante la segunda ola de la pandemia. 837 residentes de estos centros han perdido la vida debido al repunte del coronavirus, una cantidad que FOAM considera que podría haber sido inferior si se hubiera analizado con mayor rigor la problemática surgida durante los primeros meses de la pandemia.
La federación expone que los pequeños cambios introducidos en los protocolos sanitarios no son efectivos y solicita nuevas medidas, como la evacuación de los contagiados en las residencias a hospitales o a centros acondicionados, de manera que el virus no se expanda por los centros. Como medida de control, FOAM pide también la realización sistemática de test cada siete días a los residentes y trabajadores. La coordinadora plantea también que sea obligatoria la realización de PCR para los miembros de la plantilla que se reincorporen tras sus vacaciones, así como para los internos que hayan permanecido más de dos días fuera de la residencia.
Con estas propuestas, las organizaciones de mayores pretenden evitar que la cuesta de enero sea infranqueable para muchos abuelos andaluces, afirmando que "de no tomarse en consideración estas medidas y seguir insistiendo en protocolos que han demostrado su poca eficacia, a los datos nos remitimos, mucho nos tememos que el transcurso de enero puede convertirse para los mayores en residencias en un auténtico infierno aumentando de manera considerable el número de muertes por Covid-19 y comprometiendo mucho el futuro de las tan ansiadas vacunaciones masivas tan necesarias para un sector tan vulnerable y necesitado de las mismas".
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