El acercamiento entre África y Europa, hasta cinco milímetros al año, causa el enjambre de terremotos en Granada.
Los terremotos "superficiales" que se están sintiendo en localidades granadinas como Atarfe, Santa Fe o Vegas del Genil se deben a una serie sísmica que se inició el 2 de diciembre y se reactivó en el mes de enero.
Cada día, las placas euroasiática y la africana, se acercan en un proceso constante que da como resultado una aproximación de cuatro o cinco milímetros al año entre los continentes. Ese movimiento continuo no tiene ningún efecto sísmico en la superficie, pero sí va acumulando energía en profundidad que, periódicamente, se libera a la superficie a través de terremotos. Porque, además, cuando una placa se mueve, también se mueven las de alrededor. Y eso provoca una secuencia de varios terremotos seguidos. Es lo que se está viviendo en la ciudad de Granada y su periferia estos días.
La madrugada del 27 de enero de 2021 fue una noche complicada para los ciudadanos residentes en la provincia de Granada, especialmente para aquellos que tienen residencia en municipios como Santa Fe o Atarfe, que en cuestión de una hora, solo entre las 21:30 y las 22:30 de la noche del día 26, sintieron más de una quincena de seísmos, de los que al menos tres superaron la magnitud 4 en la escala de Richter. De madrugada, los temblores no cesaron en estas y otras localidades como el municipio de Vegas del Genil, perteneciente como el resto de pueblos a la comarca de la Vega de Granada, lo que provocó que parte de la población residente en la comarca aguardara en plena calle a que la situación se calmase.
De acuerdo con lo que explican desde el IGN en un informe en el que se detalla la actividad sísmica de Atarfe y Santa Fe, "desde principios de diciembre de 2020 se están registrando una serie de terremotos superficiales al noroeste de la ciudad de Granada, en el entorno de las localidades de Atarfe, Pinos Puente y Santa Fe", que pertenecen a la comarca de la Vega de Granada, una cuenca intramontañosa que se está hundiendo por su propio peso, por el acumulo de materiales, lo que influye en las fallas que se encuentran en el borde de la cuenca.
Aunque para el Instituto Andaluz de Geofísica los terremotos de mayor magnitud que se han registrado en los últimos días, con aquel de 4,5 de la madrugada del miércoles, son considerados pequeños seísmos, esto no quiere decir que no puedan darse daños leves, si bien cabe destacar que se trata de terremotos "superficiales, con una profundidad menor de 10 kilómetros y magnitudes mayoritariamente menores de 2,5", concretan desde el IGN. El día 2 de diciembre de 2020 un terremoto de magnitud 3,6 abrió la veda de la serie sísmica que se reactivó a finales de enero de 2021 con el seísmo de magnitud 4,4 del día 23, que provocó más de 170 réplicas a día 26 de enero y se sintió con una intensidad V en la mayor parte de Atarfe. Así, desde el 1 de diciembre, se han registrado más de 280 terremotos en la zona. Teniendo como referencia únicamente el 26 de enero, la cifra de terremotos detectados asciende a 65. El lunes fueron 46; el domingo, día 24, 50; y el sábado se captaron 38.
La sismicidad que se ha vivido en los últimos dos meses es "habitual" en esta zona, indican desde el IGN en su informe, ya que el área afectada se enmarca dentro del sector central de las Cordilleras Béticas, "una de las regiones con mayor actividad sísmica de la península ibérica, fruto de la convergencia entre la placa africana y euroasiática". Por ello, tal y como concretan también en su sitio web, "esta zona se caracteriza por la ocurrencia de numerosos terremotos superficiales de baja a moderada magnitud y, de forma ocasional, con intensidad significativa". Además, "existe cierta sismicidad a profundidades intermedias que se extiende en la parte occidental del mar de Alborán y, ocasionalmente, se registran terremotos a profundidades de más de 600 kilómetros con epicentro en la provincia de Granada, cuyo origen está posiblemente relacionado con la historia tectónica del arco de Gibraltar, sobre la cual no existe un acuerdo unánime", concretan asimismo.
Enjambre de terremotos
Las réplicas son movimientos de menor magnitud que siguen a los terremotos principales. Están causadas por ajustes o deslizamientos que tienden a recuperar la estabilidad de la zona afectada. Las réplicas son el resultado de los terremotos principales.
Los enjambres de terremotos son diferentes; en un enjambre, no hay un choque principal, ni un gran terremoto que inicie una secuencia. En cambio, los terremotos de n enjambre ocurren a ritmos y magnitudes que no obedecen a ninguna de las condiciones que siguen las secuencias de réplicas. Una de las diferencias principales entre réplicas y enjambres es que las primeras se producen al poco tiempo de los sucesos principales, mientras que los enjambres pueden mantenerse durante períodos muy largos.
En Granada y su área metropolitana hay preocupación, pero de hecho, es solo la proximidad a la superficie, entre 3 y 10 kilómetros, lo que hace que sean tan percibidos. Su intensidad, de hecho, es calificada como pequeña o moderada. Hay que asustarse a partir de seis, más bien siete. Esta secuencia de terremotos menores es lo mejor que puede pasar, dadas las circunstancias. La primera de estas circunstancias es que el triángulo formado por Granada, el mar de Alborán y el Rif marroquí es una zona sísmica porque es el lugar donde se unen las placas euroasiática y africana. La segunda circunstancia es que las placas como tales son rígidas y es en los límites de esas placas donde ocurren los movimientos.
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