Casariche se ha convertido en el primer municipio andaluz en el que la Junta de Andalucía aplica restricciones de movilidad en esta segunda oleada del coronavirus. Los habitantes de la localidad sevillana no podrán entrar o salir del pueblo salvo por causas médicas, laborales u otras convenientemente justificadas. Pero, además del cierre de los accesos, la normativa aprobada ayer por Salud incluye otras restricciones.
Se restringe el horario de todos los establecimientos, que deberán cerrar a las 22:00 con la excepción de servicios fundamentales como farmacias o gasolineras y no podrá superar el 50% de aforo. La misma capacidad máxima se impone a los bares, tanto en el interior como en la terraza. Las mesas tendrán un máximo de seis comensales y no podrá hacerse uso de la barra. Las peñas, clubes y asociaciones recreativos o culturales tendrán que permanecer cerrados mientras dure la cuarentena y quedan suspendidos los mercadillos.
Vuelven a restringirse los velatorios, limitados a quince personas en espacios abiertos y a diez en interiores. El cortejo fúnebre se limita a quince personas, a las que puede sumarse el sacerdote o persona encargada de los ritos religiosos de despedida. En el caso de bodas y otras ceremonias civiles o religiosas se contempla un máximo de treinta participantes. También se regula la actividad de las residencias, uno de los puntos más sensibles al virus. Se prohíben las visitas y las salidas.
La práctica deportiva también se ve condicionada. Todas las instalaciones tendrán un límite de aforo del 50% y la actividad en grupo se limita a seis personas. Además, se suspenden las actividades en parques y jardines públicos.
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