El 112 lanza una batería de recomendaciones en las que recuerda que bengalas, cohetes y petardos no son juguetes y su uso por parte de menores está regulado.
En las Navidades del coronavirus se hace especial incidencia en no relajar las medidas de higiene y distancia para evitar una tercera ola de la enfermedad favorecida por las reuniones sociales. Sin embargo, el protagonista indiscutible del año que termina no puede hacernos olvidar que hay otras costumbres de estas fechas que entrañan peligro, con pandemia o sin ella. Por ello, el 112 recuerda las precauciones que debemos tomar en el manejo de los cohetes y petardos que, con su estruendo, son una de las bandas sonoras del cambio de año.
Los productos pirotécnicos no son juguetes, y por ello su manejo está totalmente prohibido para menores de 12 años. Entre los 12 y los 16 solo pueden acceder a los productos de categoría 1 -bombitas, bengalas de palillo, surtidores o voladores-, pudiendo optar entre los 16 y los 18 años también a los de categoría 2, como ruedas, tubos silbadores, tracas, bengalas, soles o carcasas. Los productos de categoría 3 se restringen a los mayores de edad, que deberán controlar el uso de cualquier material pirotécnico por parte de menores.
Solo deben consumirse productos expedidos por establecimientos pirotécnicos autorizados y se debe leer atentamente las instrucciones antes de su utilización. El 112 recomienda que los productos se lancen de manera segura desde el suelo, manteniendo alejada de ellos cualquier parte del cuerpo para evitar quemaduras y siempre en espacios abiertos. Los artefactos nunca deben introducirse en latas, botellas u otros recipientes que, al reventar, aumenten el efecto dañino de la explosión. Además, se recomienda el uso de mechas largas de seguridad y no guardar este tipo de productos en los bolsillos para evitar el riesgo de una explosión inesperada.
El uso de cohetes y petardos en estas fechas divide a la ciudadanía. Especialmente contrarios a este ruidoso entretenimiento son las familias de personas con trastorno de espectro autista, a las que las explosiones pueden causar reacciones de pánico. También son muy sensibles al estruendo los animales domésticos. Algunos consistorios, como el malagueño de Cártama, han escuchado estas reclamaciones, prohibiendo el uso de pirotecnia en la vía pública durante estas fechas.
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